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A sus 23 años vive entre sus dos pasiones, el fútbol y la música. Desde pequeño experimentó esta conjunción y mantiene la ilusión como el primer día. Javier Robles Izu entrena el equipo de Fútbol Sala 8 años D del Club Deportivo San Cernin y además, colabora con el entrenador del equipo de jugadores de 12 años, Pablo Soriano.

Se trata de su primera temporada al frente del equipo en el colegio, pero conocía a miembros del cuerpo técnico, que ayudó a que la adaptación fuera más rápida. Además, es jugador del Gazte Berriak de Ansoain.

Pero no muchos conocían su faceta de cantante del grupo Cero a la Izquierda, una formación joven que nació hace 5 años por la ilusión de cuatro amigos del colegio Teresianas que en sus ratos libres comenzaron a descubrir la música. Una pasión que sigue intacta años después y un grupo que mantiene la esencia en cuanto a la amistad y el disfrutar de este gusto en común para que el grupo siga adelante. Un total de dos discos, y el tercero en camino que grabarán el próximo verano, así como una gira que les ha llevado en todo este tiempo por los escenarios de prácticamente toda la geografía nacional, sino también a Londres o Irlanda; avalan esta formación.

Junto a Lucas (batería y exalumno de San Cernin), Daniel (bajo) y Sergio (Guitarra), la banda retomará los conciertos después de Navidad. El segundo disco salió en febrero pasado y ya han ofrecido 40 conciertos y en la gira venidera tienen más de 20 previstos. Sin duda, vive un momento dulce y lo sabe aprovechar.

¿Qué es para ti el fútbol?

Es mi gran pasión. Es verdad que siempre me he inclinado por los deportes de equipo, me encantan. Me aportan mucho más, es muy gratificante, porque compartes los éxitos, las inquietudes, los problemas… Eso es muy positivo. Cuando ganas en equipo es muy satisfactorio, porque sabes que gracias a esas otras personas has conseguido la victoria, sin ellos, no es posible. Sin duda, mental y espiritualmente es más bonito en equipo.

¿Qué te ha aportado este deporte tanto en la faceta de jugador como entrenador?

En general, muchos valores. Como jugador, respeto a tus compañeros, superación, compañerismo, ese sentimiento de querer ganar… Pero como entrenador me ha aportado otro tipo de valores que he ido descubriendo gracias también a mi perfil de jugador, tales como paciencia y cómo adecuar el tratamiento a cada uno de los jugadores y adaptarte a sus necesidades de modo individual o cómo reaccionan de modo distinto ante el mismo mensaje, por ejemplo.

¿Compaginas bien ambas facetas?

Sí, sin problema. No se solapa mi papel de jugador con el de entrenador y lo puedo organizar bien.

¿Cómo te encontraste el equipo que diriges?

Son nueve chicos estupendos. En este tiempo que llevamos juntos han aprendido mucho, pero a mi también me han enseñado bastante. La verdad que la relación es muy buena, así como con sus familias. Estoy encantado con ellos, vienen a los entrenamientos de forma asidua y son muy puntuales.

¿Qué filosofía les inculcas?

No podemos olvidarnos de que es un club colegial y, por tanto, la labor que desempeñamos es más bien de educación y en la que todos los deportistas juegan el mismo tiempo. Además, los entrenamientos son importantes en estas edades para que aprendan conceptos y que se diviertan fundamentalmente, pero también es esencial que aprendan valores de comportamiento.

De hecho, con el equipo que llevo, con niños de 8 años, se plantean ejercicios más orientados como un juego. Vienen a gusto y disfrutan, y yo por supuesto también. Con los de 12 años se les entrena introduciendo temas más futbolísticos. Y en ambos casos el balance es totalmente positivo, siempre que empiezas un reto de este tipo, te surgen miedos por la propia edad del jugador, pero estoy muy satisfecho. Me aportan cosas muy diferentes, te ayudan a aprender y mejorar.

¿Qué objetivos te planteas para esta temporada?

Principalmente que cuando acabe el año futbolístico jueguen mejor a fútbol y se lo hayan pasado bien. A nivel deportivo no exijo un rendimiento de quedarnos en un puesto tal o cual… sino que estamos en un club escolar y hay que saber ganar, perder y empatar. Me siento totalmente realizado en este sentido.

Faceta de cantante

¿Qué tipo de música tocáis?

Es rock en castellano. Nuestra mayor referencia es el grupo Foo Fighters. Éramos cuatro amigos antes de tocar y la esencia se mantiene intacta.

¿Qué retos tenéis presentes?

Tenemos compromisos musicales por cumplir. Lo que tenemos muy claro es que siempre que se mantenga la ilusión por seguir tocando y que disfrutemos de los conciertos, el grupo seguirá… Tenemos que disfrutar de la música mientras dure, de los viajes, de las giras… porque estamos a gusto los cuatro. Además, tenemos la suerte de que nos gusta lo que hacemos y cobramos por ello.

¿Cómo es posible compaginar ambos perfiles de entrenador y músico?
Es cuestión de organizarse. La verdad que este año al no estar en la Universidad (soy licenciado en Historia y Periodismo y concluí mis estudios el año pasado) es más sencillo para poder quedar a ensayar.

¿Qué te aporta la música?

Es una necesidad para expresar inquietudes. Te aporta estar en comunión con tus amigos. Nos hace disfrutar y compartir ratos de amistad, a la vez que nos permite expresarnos.

¿Tus jugadores qué te dicen?

Les hace gracia. Al principio no se lo creen, pero sienten curiosidad por lo que hago. Les intento transmitir la filosofía de vida de disfrutar con todo lo que hagas, que en la vida ya de por sí surgen obstáculos, así que algo que podemos elegir nosotros como a qué dedicarnos, no podemos pasarlo por alto.