Si perteneces al Club Deportivo San Cernin y no tienes cuenta puedes crear una en un sencillo paso.
Regístrate aquíClub Deportivo San Cernin
Leticia San Martín se encarga este año de entrenar a los niños de la escuela de baloncesto de San Cernin. Son cerca de 25 niños de entre seis y siete años que están comenzando a dar sus primeros pasos en el mundo del baloncesto. Lo hace con la ayuda de Anthony Restituyo, y juntos hacen una labor fundamental. De lo que ocurra en la escuela dependerá en gran medida que los niños quieran o no seguir después practicando baloncesto. Para ello Leticia y Anthony tratan de enseñarles nociones muy básicas y, sobre todo, de hacerles los entrenamientos amenos y divertidos. Hoy hemos querido conocer más de cerca la labor que realizan a través de Leticia San Martín, una de las entrenadoras.
¿Resulta difícil controlar y mantener la atención de niños tan pequeños?
Sí, la verdad es que es difícil porque son muchos, pero está muy bien porque tenemos cerca de 26 o 27 niños y es bonito, aunque cueste controlarlos a todos.
Es tu primer año al frente de la escuela. ¿Qué vinculación tenías con el baloncesto antes de entrenar en San Cernin?
Yo he jugado a baloncesto toda la vida y he entrenado bastantes años también. Me dijo Justo que había una escuela de niños y eso me motivó porque llevaba unos años ya sin entrenar y tenía también ganas de volver a hacerlo.
¿Qué objetivos os marcáis Anthony y tú?
El objetivo es que les guste el baloncesto, que vengan contentos a entrenar. No se les pueden enseñar grandes cosas, pero sí a hacerse un poco con el balón, a jugar con otros compañeros, porque al final esto es un juego de equipo, y nociones muy básicas de manejo de balón. Al final lo importante es que los niños aprendan jugando, que quieran venir, que se lo pasen bien, que se diviertan y sigan viniendo todas las semanas.
¿Es complicado enseñarles cosas muy técnicas?
Estamos entrenando dos personas, Anthony y yo. Él se coge a los niños más pequeños de 6 años y yo a los de 7. Al dividirlos es más sencillo porque a estas edades un año de diferencia es algo que se nota mucho. Anthony hace su entrenamiento particular y yo hago el mío. Quizá con los de 7 años se pueden hacer cosas con un poco más de nivel, pero tienes que estar encima de cada uno porque algunos son más nerviosos que otros, a otros les cuesta más botar el balón, a otros pasarlo...
¿Es un trabajo gratificante?
Sí, mucho. Es una satisfacción ver que diusfrutan y sobre todo ver que van progresando. Eso se nota mucho. Yo por ejemplo veo los niños de 6 años que están con Anthony y cuando los veo al cabo de un tiempo te das cuenta de cómo van progresando porque son pequeños y hay que estar encima, pero son niños que lo captan todo enseguida. Ves que lo que les has dicho un día al día siguiente lo han retenido. Tienen una gran capacidad de progresar, que es algo muy interesante.
Señalamientos 4-5 mayo
Señalamientos 4-5 mayo