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Muy mala suerte es lo que ha tenido Pablo Ayechu Redín (16 de febrero de 1982), escolta del Viajes Marfil, en los dos últimos años. Dos graves lesiones le han impedido prácticamente jugar a baloncesto en los últimos meses. La última se la produjo el pasado mes de mayo en el ligamento de su rodilla, lo que le ha obligado a pasar por el quirófano casi cuatro meses después. Por delante le queda casi un año de recuperación para intentar volver a las canchas. Pasado ya lo peor, Ayechu afronta con ánimo su rehabilitación.

¿Qué tal lo lleva?

Bien. Me he hecho a la idea de que es una recuperación larga, de los plazos y de todo y con paciencia lo llevo bastante bien, con mucho ánimo. Sobre todo se hace duro al principio, porque entre que te operan y todo eso tienes que estar un mes enclaustrado en casa sin poder hacer nada. Ahora he empezado la rehabilitación y por lo menos son pasitos que poco a poco vas dando. 

¿Cómo se lesionó?

Fue en el último entrenamiento de la temporada pasada en una pachanguita. Siempre se dice eso de 'cuidado con las pachangas' y resulta que es verdad. Iba corriendo y se me fue la rodilla. Al princpio me asusté porque no me había pasado nunca. Sentí algo de dolor, pero tampoco mucho como para pensar en algo tan grave. Pasó una semana, fui a Urgencias, me miraron y me dijeron que no tenía nada raro. La lesión me la hice en mayo y hasta agosto no me detectaron nada. Les costó un poco.

¿Y cuándo se dio cuenta de que era el ligamento?

Para hacer vida normal no notas casi diferencia entre estar lesionado o no. Un día me fui al monte y entonces sí que noté que a veces me fallaba la rodilla y al bajar me fijé que la tenía hinchada. Entonces fue cuando pensé que aquello no era nornal y le pregunté al fisioterapeuta del Basket Navarra a ver qué podía ser. Es cuando me dijeron que podía ser esto, me hice a la idea y al final resultó que era eso. 

Vaya racha que lleva...

Sí. En los dos últimos años he pasado dos veces por el quirófano, y es que parece que cuando entras en una mala racha te toca una detrás de otra. Pero bueno, a ver si es la última.

¿Cuándo le operaron?

Me operaron el 14 de septiembre. Me hago a la idea de que tendré que estar un año más o menos de baja. En unos tres o cuatro meses puedes hacer deportes que no sean de mucho contacto como la natación o la bici estática, pero el ligamento no se recupera hasta los seis o siete meses. Tampoco quiero correr no vaya a ser que pase algo. Me lo voy a tomar con calma y a seguir los consejos que me dan los médicos. 

¿Qué va hacer sin baloncesto?

No sé. Por una vez podré disfrutar también de la vida sin baloncesto, porque reconozco que soy un adicto. Este fin de semana me he visto tres partidos. No puedo jugar pero me veo todo lo que puedo por la tele. Es casi una enfermedad. Aprovecharé para salir algo más con los amigos y ya está.

¿Qué le han dicho los compañeros del equipo?

Fue una sorpresa para todos los compañeros porque al enterarme tan tarde se lo tuve que decir en pretemporada. Todos me han dado muchos ánimos. 

¿Cómo ve al Viajes Marfil esta temporada?

Bien. Ha rejuvenecido bastante el equipo este año porque nos hemos marchado gente un poco más veterana y ha entrado gente más joven. Lógicamente es gente a la que le costará algo más porque a veces son inexpertos, pero es algo normal y creo que son chavales con bastante futuro.