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Iñaki Sanz ha sido el último de los canteranos de San Cernin que ha debutado en la ACB. Lo hizo el mes pasado en las filas del Obradoiro, después de marcharse como cedido por el Planasa Navarra. Iñaki ha tenido allí la posibilidad de conocer una categoría con la que llevaba años soñanando, tal y como nos confesó en una entrevista reciente a la web. El viernes pasado, una vez concluido el periodo de cesión, ya le pudimos ver de nuevo defendiendo la camiseta verde del Planasa ante el Andorra. Sin embargo, competir en la elite no es lo único que hace Iñaki por el baloncesto. Desde hace años ayuda al club en lo que puede y se encarga de entrenar a algún equipo. Esta temporada el navarro tomó las riendas del Preinfantil Masculino. Sus jugadores le han echado de menos durante este tiempo, pero ahora ya vuelven a estar con él.

"Es muy majo como entrenador", reconoce Pedro Razquín, uno de los jugadores a los que entrena Iñaki, un chaval vivo y travieso que no duda tampoco en señalar los puntos débiles de su técnico. "A veces nos mete caña. Nos dice que corramos y todo eso. Se suele enfadar cuando hacemos algo mal", explica. "Sobre todo con él", bromea Iñaki. Se nota que se llevan bien. "Al principio me tenían un poco de respeto, pero ahora han visto ya que soy un tío majete y se me suben a las barbas, sobre todo este (por Pedro, bromea Iñaki), pero son todos muy trabajadores", asegura.

A pesar de que Iñaki tiene que dividir su tiempo para llegar a todo, entrenar es algo que le gusta especialmente. "Vienen todos los chavales a entrenar y les ves que vienen con muchas ganas y aunque me vuelvan  un poco loco es una gozada verles", reconoce el técnico. Pero, ¿qué tal es Iñaki como jugador a ojos de sus jugadores? Pedro, Pedrito como le llama Iñaki cariñosamente, reconoce que suele ir a Anaitasuna siempre que puede para ver los partidos. Que su entrenador esté en la cancha es un aliciente más para él. "Cuando puedo voy a ver los partidos sí. Hay que reconocer que Iñaki uega bien, sí", dice.