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Las actividades de nieve organizadas por el Club Deportivo San Cernin han llegado a su fin. Después del éxito del año pasado, el club decidió mantener los cursos de esquí en Formigal a lo largo de los meses de febrero y marzo de este año y la acogida ha vuelto a ser muy buena. En total han sido cuatro fines de semana de esquí en el Pirineo aragonés bajo la supervisión de un grupo de monitores del club comandados por Begoña Thomas. Junto a ella estuvieron Gonzalo Thomas, Älvaro Cienfuegos y Xavier Urzainqui. "El primer día las previsiones meteorológicas no eran buenas con la ola siberiana que hubo. Al final el primer día se decidió suspenderlo y el segundo día fuimos y muy bien. Hacía mucho frío, pero los críos han terminado muy contentos. Los cursillos han estado mejor que el año anterior", explica Begoña Thomas.

La participación este año ha sido muy importante.  "En el autobús llevábamos entre 30 y 35 personas. Luego había familias que iban por su cuenta y en total estaríamos entre 100 y 110 personas aproximadamente", explica Thomas. "Los tres primeros días íbamos hasta allí y lo primero era ocuparse de que todos los niños alquilasen el material correcto. Después teníamos que estar un poco pendientes para que todos almorzasen y luego empezaban los cursillos de 10 a 14 horas. Al acabar llegaba la hora de la comida y hacia las tres de la tarde emprendíamos el camino de vuelta a Pamplona. El último día fue algo diferente porque la escuela de esquí les organizó una carrera de slalom para todos los cursillos y luego hubo una entrega de trofeos y medallas. Los niños se lo pasaron muy bien y yo creo que los padres también disfrutaron", asegura Begoña.

"El año pasado hicimos esquí y snowboard. Este año sólo salieron adelante los cursos de esquí. Había varios niveles de iniciación y luego nivel medio, avanzado y muy avanzado. En el colegio se pide qué nivel tiene cada uno para organizar los grupos, pero luego son los propios monitores los que les valoran el primer día y reordenan los grupos si les parece necesario en algunos casos para que cada uno esquíe con gente de su nivel", cuenta Thomas. El trabajo de los monitores este año en Formigal ha sido más tranquilo. "Este año hemos estado más tranquilos porque no ha habido ningún enfermo ni ninguna caida. Los chavales se alteran en la nieve, pero ha ido todo muy bien. Hay que estar siempre pendientes de todo, pero nos hemos entendido muy bien los monitores y no ha habido problemas. La experiencia del año pasado nos ha venido muy bien. El año pasado aprendimos mucho nosotros también y este año ya conoces las zonas, los monitores, los padres que estaban el año pasado... La experiencia es un grado, como dicen".

A pesar de lo mala que ha sido la temporada de esquí en España por la falta de nieve, el balance de la actividad sólo puede ser positivo. "La verdad es que la temporada de esquí de este año ha sido desastrosa. Hay padres que proponen que lo hagamos todo en una semana, otros que quieren que dure dos meses... Sï que es una actividad que está teniendo bastante éxito. La pena de este año es que no ha sido una buena temporada de nieve", dice Begoña.