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El buen ambiente reina en el Junior femenino A de baloncesto. Las chicas entrenadas por Amaia Andueza, Andrea Oficialdegui y Ainara Andueza son una piña dentro y fuera de la cancha. A pesar de que esta temporada han sufrido algunos contratiempos importantes en forma de lesiones que les ha obligado a recurrir a jugadoras del Junior B e incluso cadetes, lo cierto es que todo eso ha fortalecido aún más la unión del grupo. Este mes, aprovechando que el Junior A jugaba un partido en Huesca, el equipo decidió concentrarse durante el fin de semana en Yesa.

"Un equipo es más que baloncesto, por eso siempre que he tenido la posibilidad he procurado que mi equipo pasase un fin de semana fuera, alejado de la rutina de los entrenamientos. Este año, aprovechando que el último partido de la fase navarro-aragonesa era en Huesca, fuimos a Yesa y así cerramos de la mejor manera posible la primera fase del campeonato.", explica Amaia Andueza, una de las entrenadoras del equipo.

Gracias a los padres de Maider Vicente, una de las jugadoras del equipo, el Junior A pudo disponer de la casa que tienen en Yesa para llevar a cabo la concentración, que se prolongó desde el viernes hasta el domingo. Durante todo el fin de semana se organizaron juegos cooperativos, gymkanas y otra serie de entretenimientos pensados para reforzar aún más la convivencia entre las 17 personas que participaron (todas las jugadoras del Junior A con sus entrenadoras, dos jugadoras cadetes y otra jugadora del Junior B).

"Estas convivencias las suelo organizar porque muchas veces las jugadoras no han compartido antes equipo y creo que si quieres que las cosas funcionen bien antes de nada hay que hacer equipo. Dejando de lado entrenamientos y partidos, creo que no hay mejor forma de hacer grupo que este tipo de cosas. Llevamos haciéndolo tres años y los resultados siempre han sido muy positivos", asegura Andueza.

El fin de semana concluyó además de la mejor manera posible con una victoria. "El partido en Huesca fue muy especial. Para el equipo local era su último partido de la temporada después de un ciclo de 10 años dedicados al baloncesto. Recuerdo que el pabellón estaba lleno y ellas estaban muy motivadas para intentar ganarnos. No dimos la talla en cuanto a juego, pero una de las conclusiones que sacamos es que haber hecho piña durante todo el fin de semana nos hizo más fuertes. Hubo un momento del partido en que perdíamos de 12 puntos, y el equipo, a pesar de no estar jugando bien, se unió y tiró hacia delante porque todas arrimaron el hombro. Al final ganamos, y yo creo que esa lección fue la que más nos marcó de todo el fin de semana", comenta Andueza.

Al Junior A sólo le queda un partido más antes de afrontar la final a cuatro donde se decidirá buena parte de la temporada. Sin embargo, en el recuerdo siempre quedarán esos días pasados en Yesa. "Guardamos muy buen recuerdo de ese fin de semana, pero yo creo que conforme vayan pasando los años las jugadoras lo apreciarán todavía más", concluye Amaia.