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No ganan para sustos en el Junior A de baloncesto. Primero fue Sara Hermoso de Mendoza, jugadora del equipo, la que se lesionó de gravedad para toda la temporada. En pretemporada se le detectó una rotura de menisco y ligamento en su rodilla y tuvo que pasar por el quirófano. A ese serio contratiempo se le ha unido ahora la lesión de otra de sus jugadoras, Leyre Flores.

Una rotura de ligamentos en su rodilla le obligó a tener que someterse a una operación el pasado 23 de diciembre. Ha pasado ya un mes desde aquello, y Leyre afronta con mucho más optimismo su recuperación. "Voy muy bien y estoy contenta. Al principio lo llevas peor, pero a la semana empecé ya la rehabilitación y enseguida me quitaron una muleta. Cada vez vas incrementando más el tiempo de rehabilitación y ahora ya voy subiendo y bajando escaleras cargando el peso en la rodilla y ya puedo andar sin cojear. Si una persona no sabe que estoy lesionada ni se daría cuenta por mi forma de andar. Es una operación bastante dura y te recomiendan estar entre 6 y 8 meses sin jugar", comenta Leyre.

Aunque la operación fue hace un mes, la lesión se produjo hace casi el doble. "Fue en un partido en Zaragoza. Estaba haciendo una entrada a canasta prácticamente sola y en el momento de saltar, cuando estaba en el aire, noté que algo se me dobló y caí mal al suelo. Sentía dolor al principio pero al estar todavía en caliente pensé que no sería nada, como mucho una lesión muscular. Seguí jugando pero no podía. Fui a mirarme al médico y primero me dijeron que podía ser un pellizco en el menisco, pero yo ya me di cuenta de que era algo más grave porque podía correr recto, pero no podía hacer giros de rodilla.Es un dolor que no te impide hacer nada pero siempre tienes dolor. Estuve un mes parada con el ligamento roto y sin poder jugar", asegura la jugadora de San Cernin.

"Lo he pasado muy mal, sobre todo al principio, por mi forma de ser. No es que sólo me guste el baloncesto, es que me gustan todos los deportes, veo todo y es muy duro no poder hacer nada. Las primeras semanas muchos días los he pasado llorando con mucha rabia, pero al final lo aceptas y te das cuenta de que también aprendes cosas. Ahora voy encantada a la rehabilitación porque ves que cada día mejoras y que vas haciendo más cosas. Creo que me voy a acabar recuperando al cien por cien", reconoce con optimismo Leyre.

Ahora le toca seguir desde la grada los partidos de sus ex compañeras, a las que da mucho ánimo para lo que queda de temporada. Lo único que espera Leyre es que no haya más lesiones en el equipo. "Nos hemos quedado un poco en cuadro en el equipo, pero las compañeras siguen al pie del cañón jugando fuerte, que es lo que importa. A nosotras sólo nos queda animarles, porque seguimos siendo parte del equipo. No sé lo que ha pasado este año con las lesiones, pero espero que no se lesione nadie más porque sólo están nueve. Los partidos que juegan en casa los veo todos y también voy a los entrenamientos de los viernes. Como yo no puedo hacer deporte ahora me trago todos los deportes por la tele, porque a mí me gusta todo. Lo único que tengo claro del año que viene es que voy a hacer todo el deporte que no he hecho este año".