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El equipo de Segunda Infantil lo pasó mal durante la primera vuelta. El cambio del fútbol 7 a fútbol campo fue más duro de lo esperado para los componentes del equipo, que comenzaron a encajar demasiadas derrotas. Lo habitual en estos casos es bajar los brazos y desanimarse, pero lejos de eso, el equipo dirigido por Rubén Díaz y Iosu Díaz siguió trabajando si cabe con más entusiasmo. Ellos sabían que su equipo podía ofrecer mejores resultados y siguieron trabajando en la misma línea, intentando que los chavales disfruten a la vez que juegan.

Comenzada la segunda vuelta, los resultados han empezado a llegar. Este fin de semana no disputaron su partido ya que se suspendió, pero la semana pasada se enfrentaron al Doneztebe, al que ganaron por 4-2. De momento, en esta segunda vuelta, ya han conseguido 6 puntos más que en toda la primera. El esfuerzo y el trabajo tienen su premio.

Uno de sus técnicos, Rubén Díaz, nos explica por qué ahora empiezan a llegar los resultados. "Pensábamos que la adaptación al fútbol campo iba a ser más fácil porque el año pasado tuvimos muy buenos resultados. La verdad es que nos ha costado más de la cuenta, y además hay que decir que no hemos tenido buenos arbitrajes. Lo de los árbitros es algo que no me gusta decirles a los chavales, porque son ellos los que juegan y no hay que poner excusas", asegura Rubén.

"Las cosas en esta segunda vuelta van mucho mejor, muy bien", afirma, pero admite que no ha sido fácil mantener la motivación de los chavales durante este tiempo. "En estas edades hay que engancharse al fútbol y si los resultados van mal es probable que te empiecen a decir que no les gusta el fútbol y cosas así. Por eso hay que tener cuidado. Tú les dices que no es fácil, pero que tienen que luchar y seguir esforzándose. Y en ese sentido estamos muy satisfechos con todos ellos", comenta Rubén, de 28 años.

"El punto de inflexión quizá fue contra el Chantrea. Tanto mi hermano Iosu, de 30 años, como yo, hemos jugado en ese equipo.Ver la disciplina que tenían nos ha servido de mucho. Los chavales se dieron cuenta de que un equipo así no es simplemente un grupo de amigos que se juntan para jugar a fútbol. Vieron cómo jugaban y entonces se dieron cuenta de que ellos también lo podían hacer. Así que para mantener un poco la motivación mientras tanto hemos intentado que los entrenamientos fuesen divertidos, que ellos pudiesen opinar en la preparación de las jugadas y todo eso. En definitiva, que se sientan parte del equipo, que su opinión también cuenta", explica Rubén.

De cara a lo que resta de campeonato, Rubén es optimista. "Veo al equipo bien, con ganas, y espero que podamos hacer algo bonito. Por lo menos hacérselo pasar mal a los equipos que nos ganaron en la primera vuelta y que ahora tienen que volver a jugar con nosotros". Pero el técnico de San Cernin avisa: "Lo más importante para mí es que jueguen bien. A mí me vale más una derrota jugando bien que una victoria jugando mal. A estas edades lo importante es que jueguen bien y se enganchen al fútbol".