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El pasado fin de semana no hubo fútbol de competición en el club debido al parón por el puente festivo de la Constitución. Sin embargo, la última jornada de Liga, la disputada el último fin de semana de noviembre, nos dejó una buena noticia. El equipo cadete que compite en Segunda logró el primer punto de la temporada ante el Gazte Berriak.

La remodelación de las categorías cadetes que se ha llevado a cabo este año, suprimiendo las tradicionales categorías por edades, ha hecho que la diferencia de edad entre los equipos sea decisiva. El equipo de Segunda cadete del club, compuesto en su mayoría por gente muy joven, está pagando las consecuencias. Durante los primeros partidos el equipo entrenado por Miguel García (Pamplona, 1 de septiembre de 1950) encajó abultadas goleadas que, poco a poco, ha ido reduciendo.

"La federación lo ha hecho bastante mal porque nos han metido en un grupo donde casi todos los equipos son mayores que nosotros. La fuerza que tienen los demás equipos se nota mucho, porque nuestros chavales todavía están por desarrollar, así que nos arrollan", se queja Miguel García. "En esas edades la diferencia de edad se nota mucho y estamos hablando de una diferencia de dos años con cualquier equipo al que nos hemos enfrentado hasta ahora", explica el técnico del conjunto navarro.

A pesar de todo, los jugadores del equipo recibieron en la última jornada la satisfacción de sumar su primer punto. Fue con un empate a cuatro ante el Gazte Berriak. "El otro día nos enfrentamos a un equipo de nuestro mismo estilo y conseguimos sumar nuestro primer punto, aunque íbamos ganando y nos metieron dos goles al final", lamenta García. "Pero no cabe duda de que para nosotros es una satisfacción haber sumado ese primer punto", sostiene.

Cuando un equipo pierde prácticamente todas las semanas, el papel del entrenador es todavía más importante. A esas edades, los chavales pueden perder la motivación por el deporte muy fácilmente. "Intentas animarles diciéndoles que esto es un juego, que aquí están para hacerse y que de lo que se trata es de divertirse. Esa es la motivación que intento darles, porque ellos salen y se quejan de que los otros corren mucho. En el primer partido nos tocó enfrentarnos al Lagunak y nos metieron 18 goles, porque parecía casi un equipo juvenil. Todos los equipos contra los que hemos jugado eran mayores que nosotros. No estoy nada de acuerdo con lo que ha hecho la federación", asegura García. "Por lo menos tenemos buen ambiente y los críos se lo pasan bien", dice.

Iosu Ochoa, coordinador de la sección de fútbol del club, valora positivamente el esfuerzo que está realizando el equipo. "Este año la categoría cadete ha sido modificada y se puede jugar tanto con 14 años como con 15 en la misma categoría. Nuestros jugadores del cadete b son todos de primer año y acusan mucho el jugar contra rivales de un año más. Por este motivo planteamos que no íbamos a mirar el resultado sino semana tras semana ir mejorando, ir aprendiendo de los fallos, divertirnos y educarnos", cuenta Iosu.

"La verdad es que su comportamiento ha sido ejemplar porque es fácil ir a entrenar en invierno cuando las cosas te van bien y vas ganando, pero estos chicos han seguido día tras día a pesar de lo duro que es saber que vas a tener muchas dificultades para ganar partidos", afirma Iosu. Al final, el esfuerzo tiene su recompensa.