Noticias

Es todo un referente en el basket navarro. Formado en las filas del CD San Cernin, el baloncesto ya estaba impregnado en él desde muy pequeño en su propia familia. Hermano e hijo de jugadores, ha recorrido diferentes equipos de la geografía española (acompañado en sus inicios en el centro de formación Siglo XXI en el País Vasco por  su hermano Txemi), tales como el Valencia Basket (2002). A continuación,  fue cedido durante cinco años a la Universidad Complutense, Cerámicas Leoni de Castellón, Baloncesto León, Lleida Bàsquet y Cantabria Lobos. Ya en 2015 recaló en el Baloncesto Fuenlabrada y en 2016 fichó por el SLUC Nancy.

A sus casi 33 años disfruta de una nueva experiencia en su deporte favorito. Alex Urtasun ha iniciado esta temporada su primera aventura fuera de España, un cambio importante en su vida que le está ayudando a madurar sobre la cancha y también en su terreno personal. A pesar de que los comienzos en Francia con su nuevo equipo no fueron precisamente un camino de rosas, asegura estar ya totalmente adaptado en su equipo y con el objetivo centrado en mejorar cada día.

¿Cómo está siendo la experiencia en Francia con el SLUC Nancy?

Por el momento difícil, porque vamos últimos. Está siendo una experiencia complicada. Es verdad que en el plano personal estoy jugando bien, pero no ganamos los partidos y ganar tan pocos partidos durante buena parte de temporada es difícil de llevar.

Es tu primera “aventura” fuera de España…

Sí, así es. He jugado 14 temporadas en España y es mi primera experiencia fuera. Es cierto que necesitaba un cambio y me apetecía mucho salir fuera para probar, porque siempre había jugado en España y ya se estaba volviendo una situación un poco monótona.

A lo largo de tu trayectoria profesional has recorrido diferentes equipos a nivel nacional… ¿Qué balance haces desde tu debut en 2002?

He tenido una carrera con altibajos y es que llegar a jugador profesional de baloncesto es difícil. Además, he tenido bastantes problemas con las lesiones. Haría un balance irregular, pero estoy muy orgulloso de lo que he conseguido hasta el día de hoy, porque a pesar de las lesiones sigo jugando a los casi 33 años.

Comenzaste en San Cernin, tu colegio. ¿Por qué te sedujo este deporte?

Efectivamente, empecé en San Cernin pero en mi casa jugaban todos a baloncesto, hermanos y padres. Es un deporte que ha estado desde siempre presente en casa y comencé desde pequeño con mi hermano Txemi y mi hermano mayor. Se me daba bien, porque he jugado mucho desde niño. Me sedujo porque es un deporte muy activo y dinámico.

¿Hasta qué edad estuviste en San Cernin?

Hasta que a los 14 años se fijó en nosotros un Centro de alto rendimiento que estaba en Bilbao (Siglo XXI) y abandoné San Cernin y Pamplona.

¿Qué tiene el baloncesto que no tengan otras disciplinas?

Es un deporte muy dinámico, que pasan muchas cosas en poco tiempo; que te ayuda a aprender a jugar en equipo y colaborar entre todos los compañeros. Aunque esto existe también en otras disciplinas, es muy interesante a nivel físico, porque es muy completo.

¿A qué edad empezaste a jugar?

He jugado siempre a baloncesto, no me acuerdo exactamente a qué edad… En San Cernin sería a los 8 años ya como equipo, pero en casa desde muy pequeño.

Además, compartes tu afición y profesión con tu hermano Txemi… ¿Cómo fueron esos inicios?

Sí, afición y estuvimos juntos desde muy pequeños hasta los 18 años. Hemos compartido todo el baloncesto de base juntos. Así, los inicios fueron más fáciles por ello, estás respaldado por tu hermano y resulta más motivante también para ir mejorando los dos, casi sin darnos cuenta.

¿En todos estos años qué es lo que más valoras o lo que has aprendido como deportista?

Valoro mucho esta profesión, porque me ha dado la oportunidad de conocer muchos sitios de España y a muchísima gente. He aprendido a trabajar por un objetivo personal, común… Me he dado cuenta de que si quieres tener éxito a nivel general en la vida tienes que intentar mejorar cada día y marcarte un objetivo para seguir progresando.

¿Qué recuerdas con especial cariño de tus años en San Cernin?

Sobre todo, que jugaba con amigos, con mi hermano…competía con ellos… y ahí veía la esencia verdadera de este deporte, jugar para divertirme con este deporte. Luego en profesional las cosas cambian, ya no es un juego. Compartir esos ratos con los amigos, ir a los campeonatos, etc, fue una experiencia muy buena.

¿Qué recomendarías a los niños y niñas que están ahora comenzando a jugar a baloncesto?

Que lo hagan con mucha ilusión, que disfruten… Es una actividad extraescolar, hacen un deporte muy completo a nivel físico y que les puede ayudar mucho. Aprenden a jugar en equipo, pero lo más importante es que disfruten de la experiencia del baloncesto.

¿Cómo llevas el tema del idioma? ¿El francés del colegio te ha ayudado?

Muchísimo. Hacía años que no hablaba nada en francés, pensaba que iba a andar peor, pero me ha ayudado una barbaridad. Entendía prácticamente todo al llegar, por lo que mi adaptación fue muy fácil. Además, estoy mejorando mucho día a día. Es otra de las experiencias que me atrajeron para venir, estar fuera de España y con otro idioma.

¿Qué objetivos deportivos te planteas en esta temporada?

El objetivo es que el equipo se mantenga en Primera división. La temporada no estaba planteada para estar en la situación que estamos ahora, ya que siempre ha sido un equipo histórico y que estaba arriba. Pero las cosas no han salido bien y vivimos una situación dramática. Aunque queda liga por delante y la salvación es complicada, es un objetivo claro.

¿Y a nivel personal?

Sobre todo, mejorar. Tuve algún problema a nivel físico en los primeros meses y me costó mucho adaptarme al baloncesto de aquí, pero ya me encuentro mucho mejor, he aprendido a jugar como se juega aquí y en cada partido estoy mejorando día a día.