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Sergio Aguirre es el entrenador del Autocares Artieda femenino que compite esta temporada en Segunda Nacional. Es su primera campaña al frente del equipo después de acumular muchos años de experiencia trabajando con chavales de entre 7 y 15 años. Ahora Sergio ha dado un salto en su carrera como entrenador tomando las riendas del equipo femenino de San Cernin. Un reto complicado porque la formación del equipo fue tardía, lo que provocó que no hubiese prácticamente pretemporada y además se han ido incorporando jugadoras conforme ha ido avanzando la competición. Ahora mismo Autocares Artieda es penúltimo, pero la línea ascendente del equipo es clara y se confirmó la semana pasada venciendo al Santurtzi. Aguirre confía en su capacidad para sacar al equipo adelante.

¿Qué tal la experiencia de entrenar en San Cernin?

Muy bien. Siempre me había tocado entrenar equipos de cadete hacia abajo y en esta categoría no tenía experiencia. Cuando me lo comentó Justo Sanz me hizo mucha ilusión, aunque nunca había entrenado a un equipo senior. Tengo años de experiencia y cursos de entrenador, pero nunca había entrenado a un equipo así. Era un reto para mí.

¿Te daba un poco de vértigo?

Sí, un poco. Pero no tanto porque dudase de mi capacidad, porque conocimientos tengo, sino por la responsabilidad que supone entrenar en Segunda Nacional. Me hizo mucha ilusión y siempre he estado muy respaldado tanto por Justo Sanz (coordinador de basket de San Cernin) como por Iñaki Sanz (segundo entrenador de Aguirre), que me estuvieron echando una mano desde la pretemporada. Los dos están pendientes de mí, me dan consejos y se preocupan de que vaya bien.

¿Hay muchas diferencias entre lo que hacías antes y lo que haces ahora?

Sí. Hasta ahora lo que más había trabajado es la técnica individual y no me había tocado tanto trabajar la táctica. Ahora hay que preparar los partidos tácticamente, ataques contra zonas 2-3 o 3-2, salidas de presión...Eso es un pelín diferente.

El año está siendo complicado

La verdad es que sí. Ya me avisó Justo de que nos iba a costar por lo menos un par de meses empezar a funcionar porque prácticamente no hicimos pretemporada y eso se ha notado. Estuvimos un mes sin ninguna base en el equipo y eso es muy complicado porque el equipo lo nota. Los rivales te presionan mucho y acabas perdiendo muchos balones.

¿La victoria contra el Santurtzi de la semana pasada marca un punto de inflexión?

Ya habíamos notado Iñaki y yo una mejora bastante grande un par de partidos antes de ganar a Santurtzi. El equipo lo trasmitía. Dimos un pasito hacia delante y se notaba que aguantábamos físicamente los partidos. Los primeros partidos terminábamos con la gente muy fundida por no haber hecho pretemporada. Desde hace dos o tres semanas el equipo ha dado un paso hacia delante. Han llegado dos bases, una de Salamanca y otra chica vinculada de Noáin. Eso se ha notado mucho porque no había juego, no elaborábamos nada la jugada y llegábamos al ataque fundidas porque nos presionaban mucho. Ahora estamos mejor.

¿Se puede pensar en lograr una nueva victoria este fin de semana?

Sí, estoy convencido. En casa perdimos contra Las Gaunas contra algunas jugadoras de Liga Femenina 2, en Santurtzi ganamos y ahora tenemos un par de partidos que podemos ganar. En casa no hemos tenido malas sensaciones y eso nos hace pensar que podemos ganar. En casa estamos jugando bien.

¿Te está tocando aprender a marchas forzadas?

Sí, me he tenido que poner las pilas bastante por mi cuenta. Tener a Iñaki y Justo al lado con su experiencia y los consejos que me dan también me ayuda mucho. No me había tocado nunca hacer tanta táctica porque con los chavales no soy partidario de introducir mucha táctica sino de preparlos más técnicamente y ellos dos me están ayudando a salir a flote.